A las faldas del monte Jaizkibel, en el corazón de Hondarribia, está situada Villa Magalean. El nombre hace referencia a su privilegiada ubicación (magalean significa “en el regazo” en vasco), pero también a la manera en la que se sienten los huéspedes aquí alojados; y es que este hotel de lujo es un auténtico paraíso que arropa y mima, en todos los sentidos, a aquél que lo visita.
La villa original, de estilo neovasco, fue reconstruida en 2017 por el diseñador de interiores Iñaki Biurrun, quien la convirtió en un boutique hotel de 4**** de tan solo ocho habitaciones, con restaurante y spa. La rehabilitación respetó los códigos arquitectónicos de los años cincuenta, como las vigas talladas, balcones de hierro forjado, revestimientos de piedra en las ventanas, azulejos andaluces, molduras, frisos, parquet y suelos antiguos. El interior se redefinió con una decoración Art Déco, introduciendo exquisitos elementos decorativos del País Vasco y de Europa: lámparas de Lladró, tejidos nobles de alta calidad seleccionados en Inglaterra e Italia (lana, lino y terciopelo), muebles contemporáneos traídos de Holanda y Bélgica, porcelanas de Limoges y vidrieras del País Vasco francés.
Las ocho habitaciones de Villa Magalean son diferentes entre sí, aunque todas disponen de un balcón o terraza. Hay cinco dormitorios dobles y tres suites: una Junior Suite, una Grand Suite y una Familiar Master Suite. Sus nombres hacen un guiño a los encantos de Hondarribia y de Guipúzcoa: La Marina, el barrio de pescadores; Guadalupe, el santuario que protege desde lo alto la ciudad; Getaria, el pueblo pesquero que fue cuna de Juan Sebastián Elcano; Pasajes, pintoresca villa costera admirada por Víctor Hugo; Jaizkibel, el monte que resguarda Hondarribia; Baluarte de la Reina, el nombre de las murallas del casco antiguo; Belharra, la ola gigante de San Juan de Luz; y Peñas de Aia, el parque natural guipuzcoano. Las áreas de descanso de los huéspedes se completan con una biblioteca llamada Albertine, que debe su apodo a la que fuera propietaria de la villa original, y conmemora, a su vez, a la conocida heroína e intelectual francesa. En este lugar de reencuentro con la historia, la cultura, las imágenes y las letras, conviven obras de la literatura vasca, española, francesa y anglosajona.
El spa Henriette, bautizado así en recuerdo a la primera mujer esteticista de Hondarribia, es uno de los principales atractivos de Villa Magalean. La alianza del spa con la firma Cinq Mondes, invita a dejarse llevar por antiguos rituales y masajes que trasladan al huésped a Tailandia, Marruecos, China, Polinesia, Japón y la India, a través de aromas, plantas, aceites, bálsamos y música. El spa dispone de una sauna, un hammam en el que se realizan rituales de purificación, una mesa de exfoliación y ducha de hidromasaje con aromaterapia y luminoterapia. La experiencia culmina en el bar de infusiones, donde se ofrece una selección de tisanas y tés sin teína.
El restaurante Mahasti merece un punto y aparte. Abierto a todo el que quiera disfrutar de una cocina de autor elaborada con producto de temporada, Mahasti ensalza toda la riqueza gastronómica de la región, posicionando a Villa Magalean como hotel gastronómico. En un ambiente tranquilo y selecto, el chef argentino Juan Carlos Ferrando y el vasco Markel Ramiro ofrecen una cocina a cuatro manos, en la que el producto, la creatividad, la frescura y el saber hacer son protagonistas. Una vinoteca seleccionada minuciosamente por Didier Miqueu, propietario del hotel y experto en vinos, dará la opción de elegir las mejores referencias francesas y españolas, además de alguna otra sorpresa.
Mahasti pone la guinda del pastel de esta completa experiencia llamada Villa Magalean, un lugar único en el que descansar, dejarse llevar por antiguos rituales y en el que disfrutar de una cocina gourmet al más alto nivel.
Villa Magalean Hotel & Spa
Calle Nafarroa Behera 2, Hondarribia.
Tel.: + 34 943 56 91 30