Los barrenadores eran profesionales de la explotación minera que, mediante una barra de acero de dos metros de longitud llamada barrena, perforaban las rocas para introducir en los orificios explosivos que hacían estallar la piedra mediante voladuras controladas. A finales del siglo XIX y hasta comienzos del siglo XX, este oficio era muy apreciado, ya que, debido a la dureza de su naturaleza, estos trabajadores percibían un salario superior al de sus compañeros. En 1904, cuando se aprobó la ley del descanso dominical, en las plazas de los pueblos mineros de Vizcaya comenzaron a organizarse campeonatos de barrenadores, donde se hacían apuestas sobre quién podría hacer el agujero más profundo en menos tiempo. Con la llegada de los martillos hidráulicos y los compresores, la perforación manual en canteras y minas dejó de ser necesaria. Y aunque la profesión haya desaparecido, recientemente se han recuperado los campeonatos como deporte rural.
Queriendo homenajear a esta profesión extinta, Santurtzi, uno de los municipios con más tradición minera, encargó el pasado año a Víctor Goikoetxea una escultura que rememorara a los barrenadores. El artista, siempre ávido de experimentar con nuevos lenguajes, propuso una escultura de un hombre a tamaño real con una barrena entre manos, hecho a base de arandelas. Los agujeros de estos anillos representan los orificios perforados por los barrenadores. La pieza, compuesta por 7.000 arandelas unidas con 20.000 puntos de soldadura, se erigió en la zona peatonal Fundación Hogar de Santurtzi.
Éste no es el único encargo realizado por Goikoetxea para el consistorio de esta villa, ya que en 2010 el artista pintó varios murales sobre la escalinata principal del Palacio Casa Torre del siglo XVIII, propiedad del ayuntamiento.
Los encargos institucionales son una parte fundamental de su día a día: Víctor ha remodelado íntegramente la Sala de Recepciones y el Salón de Plenos del Ayuntamiento de San Sebastián, ha rehecho las pinturas murales ornamentales del siglo XIX de la Biblioteca Central de la Universidad del País Vasco en Vitoria, ha rehabilitado el Salón de Plenos del consistorio de Hernani encabezándolo con un mural histórico de 45m2 en técnica mixta, y le acaban de asignar la realización de una obra mural en el Gran Salón de Actos de la comuna de Meinier, en el cantón de Ginebra.
También las empresas privadas solicitan su creatividad para transformar espacios. La Gula del Norte le encargó para sus oficinas centrales un mural de 14 metros de longitud que trasladara al espectador al mundo submarino. Esta misma empresa financió además el espectacular túnel MiramArt, creado por Goikoetxea en el Paseo de la Concha de San Sebastián. Otro impactante trabajo realizado ad hoc el pasado año es el termomodelado dorado de 20m2 erigido en el lobby de BASQUE LUXURY STUDIO. Esta obra de arte ha servido de inspiración a una empresa vasca y otra italiana para encargarle proyectos de características similares para sus sedes.
Además de en el País Vasco, Víctor pasa largas temporadas en Jávea, donde ya ha expuesto en dos ocasiones y donde ejecuta numerosos trabajos en fincas y villas de lujo. En Europa, las obras realizadas ex profeso son cada vez más comunes, y en este campo, Goikoetxea es un maestro. Ya sea para recuperar la memoria histórica de una profesión perdida, para dar una nueva vida a un espacio deteriorado por el tiempo o para conceptualizar el ideario de una empresa, el arte, en buenas manos, es el lenguaje más elocuente.
Víctor Goikoetxea
Tel.: +34 688 620 554