La trayectoria del artista vasco Víctor Goikoetxea sigue imparable, con la ejecución de numerosos proyectos de gran envergadura tanto a nivel local como internacional. Su capacidad de trabajar disciplinas y lenguajes diversos le ha abierto las puertas de instituciones, ferias de arte y empresas de primer nivel.
Tras haber realizado todos los acabados de las paredes de la nueva boutique de Dior en Guadalajara, México, la maison francesa le ha encargado hacer lo propio en la próxima tienda que abrirá la marca en Madrid. El planteamiento de Goikoetxea gravita en la utilización de las paredes como un lienzo colosal: aplicando estuco a la cal natural y pinturas nacaradas, dándoles formas abstractas.
En el País Vasco acaba de presentar una escultura, que se ha instalado frente al Palacio Casa Torre de Santurtzi, que homenajea el oficio de las pescaderas de la localidad. Consiste en una figura realizada en aluminio que encarna a escala natural a una pescadera con su carro. Por otra parte, el Ayuntamiento de Hernani le ha comisionado la recuperación modélica del salón de actos del consistorio. Se trata de un salón señorial de 1889 de estilo neoclásico francés que el artista rehabilitará, con el apoyo del arquitecto Xabier Barrutieta, empleando técnicas como el trompe l’oeil o la pintura al temple.
En Suiza ha desvelado recientemente una obra figurativa a escala 1:1 realizada a encargo de L’école de Meinier de Ginebra. Se trata de una pintura hiperrealista que, por su localización en una pared exterior, se convierte en un trampantojo.
A nivel expositivo, Goikoetxea estará presente los próximos meses en dos de las metrópolis más vibrantes a nivel cultural: Londres y Dubái. Por vez primera, el artista contará con una exposición individual en una galería londinense, donde exhibirá escultopinturas termomodeladas. Por otra parte, participará en Art Dubai, la principal feria de arte de Oriente Medio. Su propuesta para este gran encuentro internacional radica en una instalación de enormes dimensiones que replica un fragmento del geoparque de la costa vasca bañado en un acabado aterciopelado rosa. Esta obra es una reflexión sobre el impacto de la mano del hombre en el medio natural, en especial en los litorales. La instalación, llevada a cabo mediante un complejo método de electrólisis, desvela un nuevo lenguaje en el ya dilatado universo lingüístico del artista, que no cesa en su continua experimentación con la materia.
Víctor Goikoetxea
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