Situado en la zona más céntrica de la ciudad, el Teatro Victoria Eugenia, inaugurado en 1912, es una de las construcciones más emblemáticas de San Sebastián. El edificio, de carácter monumental, presenta un estilo ecléctico de corte neo-plateresco muy de moda en la época. En el diseño del proyecto, el arquitecto Francisco Urcola tuvo en cuenta las experiencias internacionales de los últimos teatros construidos en París y en Viena.
Entre 2001 y 2007, el edificio se rehabilitó íntegramente: se reformaron todas las instalaciones, accesos y comunicaciones, se redujo el aforo -cuenta con 910 localidades en su sala principal, y varios espacios polivalentes adicionales-, se redistribuyeron las oficinas y los usos del teatro, se renovaron las cubiertas y terrazas, se repararon y limpiaron las fachadas, y se reformaron totalmente el escenario, los revestimientos y la decoración. También se rehabilitaron sus tres conjuntos pictóricos, bajo la dirección del departamento de conservación y restauración del museo San Telmo: la bóveda pintada por Ignacio Ugarte -una alegoría del sol naciente-, las pinturas de la Sala China -un conjunto decorativo de temática oriental realizado por el pintor vasco-francés Pierre Ribera- y los paneles del foyer -tres pinturas de Ascensio Martiarena que conforman un tríptico que representa a modo de friso a las tres principales musas de las artes escénicas, es decir, la música, la poesía y la danza-. Con ello, el Teatro Victoria Eugenia se convirtió en un espacio escénico innovador, dotado de los más modernos equipamientos y servicios, al tiempo que supo mantener todo su encanto y características originales.
Cargado de historia, este teatro ha sido testigo de los principales acontecimientos culturales de la ciudad. De hecho, utilizando una terminología actual, podríamos considerarlo como una red social; una de las más activas del País Vasco. En sus cien años de vida ha funcionado como foro de discusión, ventana para descubrir el mundo, espacio de encuentro, centro de aprendizaje y mucho más. Aquí hemos despedido al bertsolari Txirrita y aplaudido las voces de Montserrat Caballé o Luciano Pavarotti. Hemos saludado a las viejas glorias del teatro español y a las nuevas glorias de la escena vasca. Hemos descubierto el Vértigo de Alfred Hitchcock, y nos ha emocionado el Mikel Laboa más sinfónico. Hemos vivido tantas experiencias como etapas y caras ha tenido el Victoria Eugenia: ha sido club aristócrata, salón de bailes populares, plataforma de la cultura vasca, sede de festivales internacionales, cuna de artistas, camerino de grandes estrellas, altavoz de reivindicaciones y espacio multidisciplinar.
Este gran teatro, gestionado por Donostia Kultura, ha sido, es y seguirá siendo una de las principales plazas escénicas del País Vasco, un espacio ideal para la celebración de eventos y congresos, y una auténtica red social que se actualiza al ritmo de los tiempos.
Teatro Victoria Eugenia
República Argentina 2, San Sebastián.