Desde actividades relacionadas con el deporte, pasando por la gastronomía o la cultura, el País Vasco ofrece infinidad de experiencias premium para todos los gustos, que se pueden realizar a lo largo y ancho del territorio. Volar en globo al nacimiento del río Nervión, practicar la pelota vasca, bordear los acantilados de Vizcaya en velero, o sobrevolarlos en parapente, llegar al castillo de Butrón en piragua o a caballo, hacer un recorrido en bicicleta atravesando el Puente Colgante de Portugalete, adentrarse en las cuevas de Arrikrutz, jugar al golf en el Palacio Urgoiti o descubrir en kayak la cala utilizada antiguamente por contrabandistas para descargar su mercancía, son algunas de las actividades más apetecibles para los aventureros.
Quienes quieran conocer todos los aspectos de la famosa cocina vasca pueden navegar en barco hasta una bodega submarina para degustar vinos envejecidos en el mar, participar en talleres gastronómicos, realizar catas en un velero, aprender el oficio del pastoreo, visitar el valle salado de Añana, convertirse en enólogo por un día, recorrer viñedos en 4×4 con un picnic incluido, familiarizarse con el proceso de fabricación de la sidra, del txakolí y de la cerveza, o aprender a elaborar dulces locales.
Aquellos interesados en la historia, el arte y la cultura, no deben perderse la visita al santuario de Aránzazu, ni al bosque pintado de Oma, ni las preciosas villas construidas por los indianos en las Encartaciones. También es interesante adentrarse en los refugios antiaéreos de Gernika, hacer la ruta medieval de la costa de Vizcaya, y, por supuesto, descubrir los secretos de la catedral de Vitoria acompañado por un guía profesional, caminando sobre los andamios y pasarelas instaladas para su restauración, que ofrecen una nueva perspectiva de este maravilloso templo gótico; un auténtico lujo para los amantes del arte.
Experiencias premium