El comercio está avanzando en su camino para contribuir a la economía circular y lo hará con más fuerza en el futuro. Los tejidos empleados y los modelos de producción son la causa de la emisión de 850 millones de toneladas de CO2 al año de esta industria. La sostenibilidad y las compras responsables serán una de las grandes palancas de crecimiento del mercado. El gran reto está en el cambio de los hábitos de consumo, para acabar o complementar al denominado fast fashion. La tendencia augura que la presión medioambiental y social se intensificará, así que el cambio tendrá que venir desde las pequeñas y grandes marcas.
Siguiendo este eje de actuación y entrando de lleno en el turismo responsable de compras, el aspecto en el que más se enfatizará (huyendo del concepto tradicional focalizado en la oferta de marcas reconocidas tanto a nivel internacional como nacional, que se localiza principalmente en centros comerciales y en calles emblemáticas de algunas ciudades), será el turismo de compras de productos con identidad cultural (industrias creativas locales, culturales, artesanales, gastronómicas, negocios minoristas); una nueva visión que integran las industrias locales de un espacio territorial dentro del concepto del turismo de compras y su promoción internacional de los valores culturales de los territorios. Este tipo de turismo responsable de compras permite ofrecer al viajero una experiencia única y diferente para conocer y adquirir productos elaborados exclusivamente en ese destino turístico.
El País Vasco cuenta con marcas de primer nivel que abogan por el producto singular, sostenible y con una identidad propia. En 2006, el Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de San Sebastián, la Cámara de Comercio de Gipuzkoa y las Asociaciones de Comerciantes de Donostia, suscribieron un convenio de colaboración para dar cobertura a la creación de la figura de “Gerente de Centro Urbano”, fruto de la cual nació San Sebastián Shops, la entidad que se encarga de gestionar la ciudad como un centro comercial abierto. Tanto la figura de Gerente como la entidad han ido evolucionando con el tiempo, hasta convertirse en lo que es hoy: una plataforma de colaboración del comercio urbano. La agrupación, sin ánimo de lucro, integra a las asociaciones de comerciantes existentes y los centros comerciales urbanos.
Entre sus objetivos principales se encuentran: la representación y defensa de los intereses del sector; la participación activa en el ámbito institucional, colaborando en el desarrollo normativo de materias que afectan al sector comercial; promocionar el tejido comercial a través de actividades de dinamización que beneficien al sector y a la ciudad misma, mejorando su posicionamiento; contribuir a la profesionalización del sector mediante el desarrollo de programas innovadores que impulsen la competitividad de las empresas; desarrollar líneas estratégicas de apoyo al comercio; y trabajar en la mejora del entorno urbano, adecuándolo a la realidad y necesidades que propicien el desarrollo de la actividad comercial.
Por tanto, tiene por objeto la defensa del sector y el diseño y articulación de iniciativas destinadas a impulsar la mejora de la competitividad del comercio urbano, para posicionar a la ciudad como opción comercial preferente. Y lo está logrando, ya que comprar en San Sebastián es un auténtico placer. La ciudad cuenta con una oferta de gran valor, la mayor por metro cuadrado del País Vasco, y el hecho de ir de compras se está convirtiendo en un factor determinante para la elección del destino, siendo un componente destacado dentro de la experiencia global que viven los visitantes. Loreak Mendian, Minimil, Atlantis, Pertegaz, Box, Barayazarra + Casteres, Torrubia & Torribia, Ternua, Hawaii, Pukas, Aldabaldetreku, Isabel Zapardiez, Anhelo, Berriz, M32, Auzmendi… el listado de marcas locales de moda y complementos, joyerías artesanales, tiendas multimarca, sastres y diseñadores de alta costura es enorme (a lo que hay que sumar centros comerciales como La Bretxa, San Martín o Arcco). Merecen una mención especial los establecimientos más antiguos de la ciudad, que mantienen viva su esencia: la sombrerería Casa Ponsol (fundada en 1838), la pastelería Otaegui (1886), los almacenes Arenzana (1900), la perfumería Benegas (1908), la cestería Iriondo (1920), la joyería González Larrauri (1923), la perfumería Matilla (1928), la lencería Irulea (1932), la sombrerería Leclercq (1932) o la joyería Casa Munoa (1935). Gracias al tesón de estos empresarios, y al apoyo de agentes como San Sebastián Shops, la ciudad se ha convertido en un destino de compras atractivo, con calles comerciales que mantienen su identidad y carácter.
San Sebastián Shops