Desde la pequeña localidad de Samaniego, de tan solo 300 habitantes, salen algunos de los vinos más deseados por coleccionistas, sumilleres y aficionados al vino de todo el planeta. El Remírez de Ganuza Reserva 2009 fue elegido en 2022 uno de los 10 mejores vinos del mundo por la revista The Drinks Business, entre miles de vinos catados. Ya de sobra conocido son los 100 puntos Parker que le otorgó la famosa publicación a su Gran Reserva 2004. Iraila es el primer vino de la bodega basado 100% en la uva garnacha, y ha recibido el máximo reconocimiento, Platinum, en los Decanter World Wine Awards 2023. El jurado lo describió así: “Aromas intensamente perfumados de cedro y roble francés se deslizan sobre delicadas bayas rojas y suaves notas florales. Repleto de deliciosas cerezas y fragantes hierbas, tan suave y acariciador para el paladar, que arde y se suaviza hasta el largo final. Único”.
Los triestrellados americanos The Inn at Little Washington, Per Se y Saison, los belgas Hof van Cleve y Zilte, y los españoles El Celler de Can Roca, Martín Berasategui, Arzak, Akelaŕe, DiverXO, Azurmendi, así como Asador Etxebarri y Mugaritz, que copan algunos de los primeros puestos de la lista ‘World´s 50 Best Restaurants’ son solo algunos de los restaurantes que incluyen en su carta de vinos referencias de la bodega Remírez de Ganuza, en ocasiones verticales enteras que son auténticas piezas de coleccionista.
¿Pero cómo ha logrado esta pequeña bodega alavesa este nivel de reconocimiento y éxito internacional? En parte ha sido por las numerosas innovaciones tecnológicas implementadas. El equipo de Remírez de Ganuza ha revolucionado algunos de los métodos tradicionales empleados en Rioja Alavesa, introduciendo mejoras tanto en el viñedo como en la vinificación. Ejemplo de ello es el sistema desarrollado y patentado por la bodega con el que, a través de un gran globo lleno de agua que se introduce en el tanque de fermentación cuando ya solo quedan los hollejos de la elaboración del Remírez de Ganuza Reserva, consiguen extraer sin oxidación ni fricción unas 7.000 botellas que denominan Trasnocho. El nombre proviene de la antigua tradición riojana de dejar escurrir suavemente el vino -que se había pisado durante el día- gota a gota durante toda la noche, sin presión, y sin friccionar los orujos ni las pepitas.
Otro factor clave de la calidad de este elaborador son sus viñedos; actualmente la bodega dispone de 70 fincas -con más de 200 parcelas- repartidas en nueve municipios de las estribaciones de Sierra Cantabria: Labastida, San Vicente de la Sonsierra, Ábalos, Samaniego, Leza, Elciego, Navaridas, Laguardia y Elvillar/Bilar. Estas 80 hectáreas de viñedo, con una edad media de 60 años y bajos rendimientos, se vendimian siempre a mano. La primera selección de uva tiene lugar en el campo, pues cada vendimiador trabaja con dos recipientes: un cesto donde meten los racimos que después venden a otras bodegas, y una caja donde introducen 12 kg de la mejor uva, destinada a los vinos de Remírez de Ganuza.
Una vez en bodega los racimos se dejan reposar 24 horas a temperatura controlada, para después pasar por la cinta de selección, que fue una de las primeras que se emplearon en España. Allí se vuelven a escoger meticulosamente los mejores frutos.
Otro de los sistemas más notables introducidos por Remírez de Ganuza es el de separar los racimos de tempranillo en dos partes: los hombros, con una maduración fenólica perfecta, se usan para los vinos con más crianza y potencial de guarda (Reserva, Gran Reserva, María Reserva Especial y Trasnocho), mientras que las puntas van destinadas al vino joven de maceración carbónica (Erre Punto Tinto).
La revista Forbes, en un artículo publicado el pasado mes de septiembre, recogía así los logros de Remírez de Ganuza: “José Ramón Urtasun lo ha logrado: su bodega vendió el año pasado más de 50.000 botellas por encima de los 50 €». Una meta que según el Master of Wine Pedro Ballesteros, solo había alcanzado la mítica Vega Sicilia y que supone un empujón de prestigio para toda la región.
Ninguna botella de Remírez de Ganuza sale al mercado sin haber reposado largo tiempo en bodega, ya que el tiempo es clave para el desarrollo de las características y el estilo que buscan. ¿El resultado? Vinos complejos, elegantes, equilibrados y con capacidad de guarda, que se revalorizan año tras año, y que son enormemente apreciados por los sumilleres y clientes de los mejores restaurantes del mundo.
Remírez de Ganuza
Calle Constitución 1, Samaniego.
Tel.: +34 945 609 022