En Petritegi, una bodega de sidra del siglo XVI, podrán disfrutar del turismo de la sidra a tan solo cinco kilómetros de San Sebastián: visitas guiadas, actividades culturales, eventos de empresa, gastronomía tradicional de sidrería y alojamiento en un hotel con encanto -Sagarlore-. Además, aquí podrán celebrar su boda de manera completamente privada. Déjense seducir por la cultura de la manzana.
Un establecimiento cimentado sobre siglos de historia
Sagarlore, punto de partida de este reportaje, ya en su nombre da buena cuenta de todo aquello que podrán encontrar si optan por una escapada a este alojamiento, que promete una experiencia auténtica y de absoluta inmersión en la cultura vasca.
Si dan por bueno el argumento que defiende que la cultura de un pueblo va siempre de la mano de su idioma, merece la pena explicar que Sagarlore, que significa flor de manzana en euskera, se compone de dos palabras contraídas: sagarra, que significa manzana y lorea que quiere decir flor. Un nombre que lejos de ser casual, tiene mucha intención; y es que el establecimiento se ubica en la localidad de Astigarraga, famosa por ser epicentro de la tradición sidrera vasca; una localización estratégica a tan solo cinco kilómetros de San Sebastián.
En este contexto se inicia la visita a este hotel rural de reciente creación -abrió sus puertas en marzo del 2018- que se levanta sobre el caserío Telleri-bia, llamado originariamente Burbotegui. Un edificio que tiene origen en el siglo XVI, y que albergó una fábrica de tejas y ladrillos durante el siglo XIX, aunque ya no quedan restos de ella, salvo la fachada de ladrillo bellamente conservada.
El hotel, dividido en tres plantas comunicadas entre sí, cuenta con dieciséis habitaciones -small, dobles y dobles con balcón- cada una de ellas vestida con una decoración diferente, y todas con vistas al jardín. Además de las estancias privadas, los huéspedes disponen en la planta baja de una sala multiusos, un salón de estar con chimenea y un pequeño bar, espacios orientados a disfrutar del relax y del dolce far niente.
Lo que sin duda resulta agradable y añade valor a la estancia es la gastronomía. Empezando por el desayuno que no solo es la primera comida del día, sino también uno de los servicios más importantes de un hotel, sea grande o pequeño. En Sagarlore hacen una cuidada selección de productos locales, cultivados y elaborados en el mismo municipio y en los caseríos de los pueblos más cercanos. Así, ofrecen productos de gran calidad provenientes de la agricultura ecológica y con denominación de origen; por ejemplo, leche de vaca del caserío Bordazar, huevos de gallinas camperas con sello Eusko Label, queso fresco o yogures artesanos de Larreta. También tostadas con tomate y aceite de Navarra, productos de Basatxerri, queso con Denominación de Origen Idiazabal y, por supuesto, zumo de manzana sidrera autóctona de la sidrería Petritegi, de la que hablaremos en las próximas líneas.
Todo lo descrito sin embargo no se entiende sin sumar el espacio exterior, y es que Sagarlore se completa con un jardín rodeado de árboles frutales y ornamentales -entre los que destaca un hermoso roble centenario-, y una piscina privada.
Con todo, los responsables del establecimiento definen el lugar como un espacio rural, ecológico y con encanto, una opción perfecta que permite disfrutar de todas las comodidades del presente en un lugar con arraigo y mucha historia. Este es un punto de partida ideal para conocer también la costa vasca, y es que además de la proximidad con San Sebastián, se pueden visitar con comodidad localidades como Hondarribia, a 22 kilómetros, o municipios de la costa vascofrancesa como Hendaya, San Juan de Luz o Biarritz, a menos de una hora del hotel en coche. También desde Sagarlore se pueden organizar visitas al interior de la provincia para disfrutar de la cultura y la gastronomía de pueblos históricos como Tolosa, Ordizia e Idiazabal.
Decir ‘sí, quiero’ en un lugar inolvidable
Tan importante es el momento como el lugar. Es lo que piensan en Sagarlore. De ahí que el hotel esté preparado para celebrar bodas; ofreciendo el lugar perfecto para la celebración, y poniendo a disposición de los novios las mejores opciones para hacer de su enlace un momento único y hecho a medida. Más si cabe, teniendo en cuenta que las Wedding Weekend, o lo que es lo mismo, las bodas que duran todo un fin de semana, son ya una tendencia al alza; y los hoteles, el contexto idóneo para ello.
Y es que si esta es su opción, qué mejor que un establecimiento como Sagarlore para iniciar la celebración un viernes por la tarde, con una original fiesta de bienvenida en los amplios jardines que rodean el hotel; un lugar idóneo para un primer contacto con los más allegados, que además podrán quedarse a dormir antes del ecuador de la boda.
Ya el sábado, con la llegada del resto de invitados, los novios podrán darse el ‘sí, quiero’ como antesala a la gran comida que organiza el establecimiento. Para ello, trabajan con Sharma, el catering de alta gama que cuenta con 50 años de experiencia en el sector. También con Casa Humada, del chef Sergio Humada, que trabaja arropado por profesionales a nivel nacional para ofrecer un catering personalizable y exclusivo, siendo especialistas en showcooking y buffets temáticos.
Con diferentes espacios para el evento, y con capacidad de hasta 200 invitados, en Sagarlore cuentan con una amplia red de contactos de profesionales a los que podrán acceder los novios: una wedding planner, fotógrafos, servicio de decoración, peluquería, maquillaje e incluso un DJ. Con todo, las parejas pueden ponerse en contacto con los responsables del hotel para consultar los detalles o trasladar las peticiones que pudieran tener para llevar a término la boda de sus sueños; algo que en Sagarlore es posible hacer realidad.
Petritegi, un imprescindible entre las sidrerías vascas
La sidrería Petritegi es todo un referente de los valores de la sidra en el País Vasco. El nombre proviene del caserío construido a principios del siglo XVI, y su nombre significa ‘casa de Petri’, y es que hace ahora 500 años, un donostiarra llamado Pedro Martínez de Igeldo, alias Petri, fue quien ordenó construir el edificio que albergaría una explotación agro-ganadera y la fábrica de sidra. Desde entonces las sagardotegi-s (sidrería en euskera) son parte cultural de la sociedad vasca, de la identidad y de la gastronomía al más alto nivel; un atractivo para locales y visitantes de todo el mundo. Desde finales del siglo XIX la familia Otaño-Goikoetxea está al frente del caserío y de la sidrería, siendo actualmente la quinta generación familiar la que dirige la actividad del grupo.
El mes de enero, además de dar el pistoletazo de salida al nuevo año, abre la temporada de las sagardotegi-s, que se extiende hasta finales del mes de abril. Sin embargo, Petritegi ofrece la posibilidad de disfrutar del ritual del txotx durante todo el año.
El establecimiento cuenta con tres comedores climatizados y cada uno de ellos ambientado de manera diferente: el primero de ellos, Sagar, está inspirado en el manzanal y es el lugar por el que se accede a la sidrería. En él se localiza el mostrador de recepción y una ventana desde la que los más curiosos podrán observar la parrilla de carbón. A continuación, se accede al comedor Baserri, que significa caserío en euskera. Un espacio que hace homenaje al antiguo caserío y a su actividad sidrera. El último comedor, llamado Arrantzale, que significa pescador, se ambienta en el mundo del sector marítimo vasco, estrechamente relacionado con la sidra desde hace siglos. Los tres tienen acceso a la bodega principal de la sidrería.
En cualquiera de los comedores podrán disfrutar del famoso menú de sidrería que consiste en: la tradicional tortilla de bacalao, los tacos de bacalao frito, la chuleta asada en la parrilla de carbón y un postre compuesto de queso, membrillo, nueces y tejas y cigarrillos de Tolosa. Disponen también de un menú sin carne, en el que la chuleta se sustituye por la merluza a la parrilla con refrito; y una opción vegetariana. Y lo más importante, las sidras de elaboración propia -que merecen una mención aparte- para maridar todas y cada una de las opciones sobre la mesa.
Así, los comensales se levantan de la mesa durante la comida para ir a la zona de bodega donde están las kupelas -los toneles que albergan la sidra-, donde al grito de ¡txotx!, la persona encargada del espacio las abre para ir degustando las diferentes sidras que hay en ellas, siendo esta una de las particularidades de una experiencia cultural y gastronómica sin igual. En Petritegi tendrán la opción de degustar al txotx las diferentes sidras elaboradas en sus lagares.
Experiencias culturales con sello Petritegi
La mejor manera de conocer la cultura sidrera es a través de las diferentes experiencias que ofrece Petritegi, empezando por una visita a sus bodegas. La experiencia ‘Sagardoa’, con una duración de una hora, permite adentrarse en la historia y cultura de la sidra vasca mientras se descubren los lugares más desconocidos de Petritegi: el antiguo caserío, el manzanal, el túnel… con opción a degustar tres de sus mejores productos.
La experiencia ‘Gastronomía’, por su parte, además de todo lo anterior, incluye también la degustación del tradicional menú de sidrería. La experiencia ‘Txotx’ está pensada para grupos. Se trata de una pequeña introducción a la cultura sidrera -con una duración de treinta minutos- y el posterior menú de sidrería. Para los amantes del deporte y la naturaleza, se ofrece la experiencia ‘Urumea el río de la Sidra’. Un programa en el que se ofrece la posibilidad de navegar en canoa por el río Urumea mientras un guía descubre los secretos naturales e históricos de este río vinculado estrechamente a la sidra. También esta experiencia se completa con la degustación del menú en Petritegi.
Visitar Petritegi durante la época de la cosecha de la manzana, entre los meses de septiembre y octubre, brinda la oportunidad de participar en el programa ‘Elabora tu propia sidra’, en la que descubrir de primera mano el proceso tradicional de elaboración: recoger las manzanas, triturarlas y prensarlas hasta obtener el zumo que finalmente se podrá degustar. También se incluye el menú y la cata de las mejores sidras de la bodega.
Además de la extensa oferta de actividades para todos los públicos, Petritegi dispone de una tienda donde adquirir todos esos productos de elaboración propia así como otras delicatessen gastronómicas de la zona. Sin olvidar que, además de las familias o los grupos de amigos, también las empresas que quieran realizar encuentros o eventos tienen su espacio, gracias a su amplia oferta de servicios e instalaciones: zonas de reunión, coffe-break, actividades de team-building, visitas guiadas, exhibiciones de cultura vasca, menús especiales, alojamiento… En definitiva, el equipo de esta gran familia podrá dar forma a cualquier petición que se podrá hacer a medida, al estilo Petritegi.
Petritegi & Sagarlore