El bouquet de la novia, un camino de pétalos que llega al altar, o los centros de mesa del banquete; las flores son un elemento fundamental en todas las bodas, y en San Sebastián hay un establecimiento que desde 1935 ha llenado de plantas y de flores la ciudad: Villaflores. El nombre lo ha adquirido de la casa homónima donde la misma familia que regenta hoy el negocio tenía los invernaderos.
Esta familia inauguró la primera tienda especializada en decoraciones florales en 1954 en el barrio de Gros. Ocho años más tarde, abrieron una segunda boutique justo detrás del ayuntamiento. Esta tienda, desde la que siguen dando servicio, está dedicada, desde su apertura, a la decoración floral puntera y a la jardinería. Desde sus inicios proveía al Festival Internacional de Cine y tenía entre sus clientes a miembros de la alta sociedad que veraneaban en San Sebastián, entre ellos la Duquesa de Alba.
Hoy es Pilar Landa, la tercera generación de esta familia, quien se encarga de mantener a la firma a la vanguardia de la decoración. Pilar lleva desde los 23 años dedicada a este mundo y admite ser una admiradora de los maestros floristas de la escuela alemana. Sin embargo, aunque le gusta cómo plasman el arte de la naturaleza en sus trabajos renombrados iconos como Paul y Klaus Wagener, admite que su mejor profesor de Ikebana ha sido su propio hermano.
La sensibilidad, la observación, la creatividad, la funcionalidad, el estudio del color y el respeto por la naturaleza son algunas de las pautas sobre las que se basa el día a día de Pilar. Esta última es importante, por ejemplo, para preservar el olor de las flores, que huelen cada vez menos. Concienciarse de los derechos del vegetal y preservar la naturaleza y la tierra es fundamental para su mantenimiento.
Las tendencias en florística evolucionan según las estaciones, pero no sólo marcadas por la naturaleza: las combinaciones de color y las armonías de los espacios están influenciados por la moda, la arquitectura y el diseño. A pesar de estar siempre atenta a las vanguardias, Pilar siente debilidad por las peonias rosas Sarah Bernhardt, por la eustoma grandiflorum, por la muguet, la buganvilla y las aromáticas gardenias.
La última tienda que ha abierto Villaflores está en el barrio de Amara. Desde esta boutique y desde su emblemática tienda de la Parte Vieja atienden a cientos de parejas que buscan un concepto especial para su gran día. La maestría de Pilar y su equipo se basa en potenciar al máximo la belleza de las plantas mediante la delicada técnica del arte floral. Sus trabajos han vestido bodas en el Palacio de Miramar, en el Château de Brindos, en el Castillo de Arteaga, en la Torre Satrústegui y en el hotel María Cristina, entre otros. Tal y como dice Pilar “al fin y al cabo siempre hay sitio para una flor, ya que la flor es vida, ilusión y amor”.
Villaflores
Calle Igentea 4, San Sebastián.
Avenida Sancho el Sabio 19, San Sebastián.
Tel.: +34 943 424 992