Con sus más de treinta años de trayectoria artística, Ignacio Goitia se ha convertido en un pintor de proyección internacional. En los últimos años ha realizado con éxito numerosas exposiciones en diferentes ciudades como Bilbao, Madrid, Roma, Bruselas, París, Lisboa, Monterrey, Miami o Nueva York.
Su obra es un lugar de sublimación artística; una declaración de principios donde la libertad rige los pasos coreográficos de los personajes retratados. El arte -y en su caso la pintura- le permite construir y dar rienda suelta a su personal enfoque del mundo. La mayoría de los escenarios arquitectónicos que aparecen en sus cuadros fueron levantados hace siglos, pero siguen formando parte de nuestro presente. Por lo general se trata de grandes edificaciones relacionadas con el poder establecido que fueron diseñadas con el fin de impresionar a sus visitantes mostrando la importancia o superioridad de sus comitentes. Muchas veces la belleza y majestuosidad de estas arquitecturas ocultan otras intenciones que van más allá de lo puramente estético. Esta doble lectura es la que le interesa resaltar cuando elige este tipo de construcciones como fondo de las escenas de sus cuadros.
En sus lienzos primero fueron las jirafas las que ironizaban con la escala grandiosa de los edificios, ya que en opinión del artista parecía que habían sido erigidos para animales de esas proporciones más que para las personas, por muy importantes o poderosas que estas fueran -valga el ejemplo del palacio de Versalles de Louis XIV-.
En la particular mezcla de individuos que habitan sus grandes escenarios reflexiona sobre una sociedad plural formada por una variedad de personajes y situaciones que hubieran sido censuradas en otras épocas y que incluso hoy lo siguen siendo en algunos lugares o por ciertos sectores de nuestra sociedad. Algo similar sucede en los cuadros en los que hombres ataviados de morning suits, toreros o representantes del orden, entre otros, aparecen junto a camellos norteafricanos o elefantes enjaezados de la India, creando un singular diálogo entre Oriente y Occidente en el que se expresa la riqueza que puede surgir de los intercambios culturales fruto de la migración. Con su constante sentido del humor evidencia también las desigualdades en el trato que reciben los inmigrantes, dependiendo de su poder adquisitivo. En definitiva, la obra de Ignacio Goitia nos propone un universo donde el respeto prevalece, y en el que se exaltan valores como la libertad personal, la apertura de mente y la dignidad humana.
Asimismo, destaca su faceta como director artístico y escenógrafo para exposiciones. Su último encargo de este tipo ha consistido en la puesta en escena de la muestra ‘Palabras de viajeros’ de la Biblioteca Nacional de España, con obras pertenecientes a la propia Biblioteca, a Casa de Alba y al Museo del Prado, entre otros.
Además de a sus lienzos -y salas de exposiciones-, Ignacio Goitia ha trasladado su visión artística a numerosos objetos cotidianos: pañuelos, fulares, bajoplatos, vajilla, papeles pintados… todos ellos disponibles en la boutique que acaba de inaugurar en Bilbao. Se trata de una antigua joyería de dos plantas convertida hoy en la representación terrenal de su ecléctico y rico mundo interior. En la antigua caja fuerte -que tiene el tamaño de una habitación pequeña- de la joyería, se exhibe una selección de los acrílicos del autor, siendo esta la sala de exposiciones más peculiar del País Vasco, y la que mayor imaginación atesora.
Ignacio Goitia Art Store
Calle del Dr. Achúcarro 1, Bilbao.
Tel.: +34 946 276 051