Enclavada entre los Parques Naturales de Aralar y Aizkorri-Aratz, la comarca de las Basque Highlands (Tierras Altas), Goierri en euskera, está situada a tan solo 30 minutos de San Sebastián. Este valle de 18 municipios cuenta con numerosos lugares de interés, y en él se celebran eventos muy enraizados a la historia y a la cultura vascas. La siguiente guía recoge lo más destacado de estas 18 joyas.
Altzaga está ubicado en un entorno montañoso y, desde el barrio de Altzagarate, ofrece unas magníficas vistas de la Sierra de Aralar y Aizkorri-Aratz. Desde este municipio se puede divisar, entre otros, el Txindoki, el pico más emblemático de la región. En la plaza del pueblo se encuentra la parroquia de San Miguel, templo construido con sillares y con planta de cruz romana, cuyo retablo mayor es uno de los primeros exponentes del Renacimiento guipuzcoano.
Arama es un pueblo posicionado en el centro de la comarca del Goierri. Con menos de 200 habitantes y una extensión de 1,3 km², es el municipio más pequeño del territorio histórico de Gipuzkoa.
Ataun es una de las villas de mayor superficie de la provincia de Gipuzkoa. Cargado de mitología, hace frontera con Navarra y con el bosque del Parque Natural de Aralar. Cuenta con un bello fenómeno geológico: el Domo de Ataun. El patriarca de la cultura vasca, Joxemiel Barandiaran, oriundo de Ataun, tiene un museo dedicado a su persona y a la mitología vasca.
Con alrededor de 14.000 habitantes, Beasain es el municipio de mayor población de las Basque Highlands. Destaca su conjunto monumental histórico-arquitectónico, llamado Igartza: un yacimiento medieval que consta de un palacio construido en el siglo XIII, un puente, una presa de madera, una ferrería y un molino.
Gabiria es un pueblo situado en una de las zonas más elevadas del Goierri. Por el alto emplazamiento del que goza, brinda unas vistas panorámicas espectaculares. Como dice el refrán en euskera: “Gabiri, toki guztietatik ageri” (“Gabiria, visible desde todos los sitios”). A las afueras del municipio, en el barrio de Alegia, se conserva una picota del siglo XV donde se castigaba a los malhechores.
Gaintza es un municipio rural ubicado a las faldas del monte Txindoki. Se caracteriza por la belleza paisajística que lo envuelve. Merece una mención especial el hermoso retablo renacentista policromado de la ermita de San Martín de Tours.
El pastoreo ha tenido una gran relevancia económica y social en Idiazabal. Enclavado a los pies de la Sierra de Aizkorri, este municipio da nombre a la Denominación de Origen del Queso Idiazabal, e incluso dispone de un Centro de Interpretación y Degustación del Queso. Llama la atención la arquitectura de la villa, con numerosos palacios construidos por los Indianos, casas señoriales de los siglos XVII-XVIII y la iglesia parroquial de San Miguel, con su portada de transición del románico al gótico.
Es un pequeño pueblo rural dividido en dos barrios. Es de subrayar la relevancia que tuvo hasta hace pocos años el sector minero; concretamente la explotación de minas de pizarra. Destaca también la iglesia de Santa María de la Asunción, de origen medieval.
Lazkao se encuentra en un maravilloso entorno natural, a los pies de la Sierra de Aralar. En el centro del pueblo se alzan varias edificaciones del siglo XVII que constituyen uno de los conjuntos más importantes del patrimonio histórico de Gipuzkoa: la iglesia parroquial de San Miguel, el palacio del Duque del Infantado, el monasterio de los Benedictinos, el convento de las Bernardas y el Ayuntamiento. Imprescindible subir al barrio de Lazkaomendi, donde se encuentran las mejores vistas panorámicas del Goierri.
En el pueblo de Legorreta llaman la atención del visitante el humilladero de Santa Cruz y la parroquia de San Salvador, erigida esta última en el siglo XVI por Domingo de Eceiza, maestro cantero que trabajó en la obra de El Escorial.
Desde la Edad Media, la actividad económica de esta villa ha estado marcada por la minería. Se trata de un pequeño municipio rural con multitud de caseríos dispersos. Cuenta con una Vía Verde de 4,5 km que sigue el recorrido que realizaba el mineral de hierro desde las minas de Aizpea hasta la estación de tren de Ormaiztegi.
Olaberria es considerado el “balcón del Goierri”: ofrece unas vistas de toda la comarca, incluyendo las sierras de Aizkorri y de Aralar. El sector agrícola-ganadero y la siderurgia son las principales actividades económicas de Olaberria.
Ordizia es una villa medieval conocida sobre todo por su mercado, que lleva celebrándose todos los miércoles desde 1512. En Ordizia también tiene lugar una de las citas gastronómicas vascas más importantes del calendario: el concurso anual de queso Idiazabal, dentro de las Fiestas Vascas de septiembre.
Este municipio de unos 1350 habitantes es hogar del museo Zumalakarregi, de varios caseríos notables y de la iglesia parroquial de San Andrés, que conserva una de las pilas bautismales más antiguas de la región. Su icono es el viaducto de acero laminado inaugurado en 1864 -y que estuvo en funcionamiento hasta 1995-.
Segura es una villa medieval con el casco almendrado mejor conservado de la provincia. Entre sus joyas arquitectónicas están el palacio de Ardixarra -sede del Centro de Interpretación Medieval-, el palacio Lardizabal -actual Ayuntamiento- y la iglesia parroquial de la Asunción. Segura es conocida también por sus procesiones de Semana Santa.
El pueblo de Zaldibia, situado en la falda del monte Txindoki ofrece magníficos recorridos por su calzada romana, por el monte Auza Gaztelu y por la sierra de Aralar. El último domingo de octubre se celebra la fiesta de su producto más típico: el embutido artesanal mondeju.
Ubicada en una zona estratégica, Zegama fue antaño un pueblo fundamental por el que se debía pasar para acceder a la provincia de Gipuzkoa. La mayor muestra de su posición estratégica es el túnel de San Adrián (Patrimonio Mundial de la Humanidad), cruzado por una calzada que tiene su origen en la época romana -por el que pasa el Camino de Santiago-.
El pueblo rural de Zerain es uno de los municipios que mejor ha sabido conservar y recuperar su arquitectura y cultura tradicionales. Destacan el Bolatoki -el recinto de juego de bolos vascos-, el palacio Jauregi, el museo etnográfico, la cárcel del siglo XVIII, la serrería hidráulica de Larraondo y el complejo minero de Aizpea.
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