Conocido principalmente como pintor, Jose Luis Zumeta a lo largo de más de 60 años de trayectoria, también mostró interés por otras disciplinas artísticas. En el ámbito del diseño son conocidos los carteles que hizo para distintos eventos populares, así como las emblemáticas portadas de discos y libros siempre unidos a la cultura vasca. En los años setenta también trabajó la escultura, convencido de que su trayectoria artística se desarrollaría en el ámbito del volumen y la forma. Fueron años de gran producción en los que experimentó con materiales como la madera, el metal o la cerámica, de los que nos han quedado esculturas tanto públicas como privadas.
Uno de sus proyectos más destacables y ambiciosos es precisamente el gran mural cerámico de 145m2 ubicado en el muro de la parte trasera del frontón de Usurbil (Gipuzkoa). Sin ningún conocimiento previo de esta técnica, Zumeta se embarcó en solitario en este gran proyecto que llevaría a cabo entre abril del 73 y abril del 74. Partiendo de un cuadro abstracto de dimensiones medias, a escala 1:15, que serviría como boceto, no solo consiguió trasladar sin concesiones su lenguaje pictórico al enorme muro, sino que además aprovechó las posibilidades que le ofrecía la cerámica para añadirle volumen, consiguiendo así un resultado verdaderamente potente.
El 50 aniversario de la creación de esta obra de arte y su reciente restauración, nos permite acercarnos y redescubrir otra faceta de uno de los pintores más queridos y admirados del País Vasco.
Usoa Zumeta Sanz
Gestora de Zumeta Arte Estudio
Fotografía: Idoia Unzurrunzaga.