La gastronomía vasca es mundialmente conocida y ha sido un actor importante en la transformación que vive este arte a nivel planetario. Su riqueza reside en la calidad del producto, en la amplia variedad de sabores y en el saber hacer de los maestros de los fogones.
Les invitamos a embarcar en este viaje por Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, que los llevará a conocer bodegas, queserías, bares de pintxos, los restaurantes con estrellas Michelin más prestigiosos y algunas sorpresas más que quizá no esperen encontrar. ¡Que aproveche!
Vizcaya
Eneko, Zarate, Andra Mari, Etxanobe, Mina, Boroa, Etxebarri, Nerua y Zortziko son los nueve excepcionales restaurantes que han obtenido una estrella Michelin en Vizcaya, pero sólo uno ha logrado el triestrellato: Azurmendi. Su chef, Eneko Atxa, define su cocina como un viaje desde el ayer hacia el mañana, desde el amor por las tradiciones, la artesanía y lo contemporáneo, hacia el placer identitario.
Más allá del firmamento culinario, Vizcaya sorprende con originales propuestas, como la de Crusoe Treasure, la primera bodega submarina en arrecife artificial del mundo. Ubicado en el bellísimo entorno de la bahía de Plentzia, a 20 metros de profundidad, la bodega ofrece la posibilidad de navegar hasta el lugar exacto donde se localizan las botellas sumergidas, y disfrutar de un maridaje de pintxos y vino submarino.
Las experiencias culinarias en barco son muchas y muy variadas en este territorio histórico: en Bilbao se ofertan catas gastronómicas a bordo de un velero, y en la ría de Urdaibai, Reserva de la Biosfera, se puede disfrutar de los productos del país navegando en una embarcación a motor con un cuentacuentos y un músico que amenizan el viaje privado.
La fabricación de cerveza artesanal está tomando cada vez mayor importancia en el País Vasco, y en Zamudio, el Brewmaster de UrbanBeer desvela los secretos de la elaboración de esta bebida en una visita por la fábrica, que incluso puede terminar con un brunch en la propia cervecería.
Vizcaya cuenta además con su propia denominación de origen de txakolí, Bizkaiko Txakolina, y las experiencias en torno a este vino son numerosas: la espectacular bodega Berroja de Muxika organiza visitas donde explican sus procesos de elaboración, y Doniene Gorrondona, por su parte, ofrece almuerzos maridados con su famoso tinto, poco frecuente entre las bodegas de txakolí.
Álava
El único restaurante alavés premiado con una estrella Michelin es Marqués de Riscal, dirigido por Francis Paniego. Ubicado en Elciego, cuenta con su propia bodega, la más antigua de Álava y precursora de la actual forma de elaborar vino en la región.
El enoturismo es sin duda el gran protagonista de esta provincia, en especial en la comarca de Rioja Alavesa. Algunas bodegas proponen visitas que combinan el vino con la música, otras posibilitan convertirse en enólogo por un día, u ofrecen un maridaje estelar, con una cata bajo las estrellas y leyendas sobre constelaciones. Hay también bodegas con restaurante, donde sirven menús degustación maridados con vinos de elaboración propia, como en Baigorri, cuyo restaurante subterráneo sorprende con una espectacular vista de los viñedos. Ninguna excursión a Rioja Alavesa puede concluirse sin pasar por Laguardia, la villa medieval que esconde centenares de bodegas bajo tierra. En este pueblo se puede también aprender a elaborar pacharán, en el centro Villa Lucía.
A una hora de Laguardia se encuentra el valle salado de Añana, un paso obligado para cualquier gastrónomo. Las visitas incluyen el aprendizaje del trabajo de salinero y catas de sal.
Unos kilómetros más al norte está el Valle de Ayala, donde se produce el txakolí de Álava, cuyo origen se remonta al siglo IX; un contrapunto interesante al popular vino de Rioja Alavesa.
Guipúzcoa
Arzak, Akelarre y Martín Berasategui, los tres restaurantes más reconocidos, precursores de la nueva cocina vasca, han sido galardonados con tres estrellas Michelin. Pero esta provincia acumula un número mayor de astros: el restaurante Mugaritz ha recibido dos, mientras que Eme Be Garrote, Amelia, Elkano, Zuberoa, Alameda, Kokotxa y el Mirador de Ulía han sido laureados con una estrella. Ellos son el orgullo culinario de Guipúzcoa, pero no su única experiencia gastronómica excepcional: comer en una sidrería, en especial en Hernani o en Astigarraga, es otra de las tradiciones más arraigadas y bonitas del País Vasco. Existen incluso tours en los que se explica cómo se elabora la sidra, para posteriormente degustarla junto al tradicional menú que la acompaña.
Los pintxos de San Sebastián son el otro highlight de Guipúzcoa. Estos platos en miniatura son pequeñas pinceladas de la maestría de cocineros anónimos, pero también un acto social que todas las tardes reúne a la ciudad.
Fuera de la capital destaca la comarca del Goierri y su conocido queso Idiazabal, por el que han llegado a pagarse 13.000€ por medio queso, en una de las ediciones de la subasta que se celebra anualmente. El mercado de Ordizia, de cinco siglos de antigüedad, el taller de pan y las visitas a queserías son algunas de las más destacables experiencias de esta región.
En Tolosa, municipio ubicado en la comarca aledaña de Tolosaldea, está Gorrotxategi, el reconocido obrador que elabora chocolate y las famosas tejas. El vecino pueblo de Ibarra es popular por las guindillas, que están presentes en muchos platos de la cocina vasca, y son a la vez uno de los ingredientes del más célebre pintxo de San Sebastián: la Gilda.
El viaje gastronómico por el País Vasco finaliza en la costa, en concreto en Getaria, el pueblo que da nombre a la denominación de origen del Txakolí, el vino blanco joven y afrutado caracterizado por una leve acidez. Esta bebida acompaña muchos de los actos sociales celebrados en el País Vasco donde, admitámoslo, la comida es siempre el rey.
Experiencias Gastronómicas