La dorada puesta de sol sobre el mar, observada desde los salvajes acantilados de Sokoa, en el País Vasco francés, fue lo que inspiró a Juan Mari Iriarte a la hora de crear bombones de chocolate con oro auténtico. Hijo de una familia de chocolateros de Navarra, Iriarte se formó como repostero y maestro chocolatero con algunos de los mejores pasteleros a nivel internacional, y en el año 2018 fue el primer navarro en obtener un máster en chocolatería. Tras años trabajando en la pastelería familiar de Bera, decidió inmortalizar la bella estampa del atardecer en un bombón artesano bañado en oro, y bautizarlo Ekhi -nombre con el que se designa al sol en el País Vasco francés-.
Tras cinco años de I+D con un equipo formado por diseñadores, nutricionistas, joyeros y científicos, Iriarte consiguió la fórmula, que ya ha patentado, para crear el bombón Sunset, el primer bombón de oro de molde del mundo. Así, cada semicírculo que representa una puesta de sol, queda recubierto a la perfección por un baño oro de 22,5 K. Oro y chocolate, la combinación perfecta de dos tesoros de la humanidad, en un bocado extraordinario.
Además de estos soles dorados, Ekhi Gold acaba de presentar unos bombones cuadrados fusionados con copos de oro, llamados Horizon, ideales para compartir, y con una presentación exquisita: la unión entre innovación, sofisticación y arte. En ambos casos el chocolate, de elaboración propia, es de suprema calidad, hecho a base de cacao criollo de Perú (plantación Mandirofolo) y Madagascar (plantación Alto el Sol); habas de cacao 100% trazables y de comercio justo. Los paladares más sofisticados sabrán apreciar la excepcionalidad de estos bombones de lujo, que son auténticas joyas comestibles.
Ekhi Gold