Un imponente trazo amarillo de enormes dimensiones sobre el inmaculado negro brillante de un elegante autobús de la compañía Iparbus Luxury Class sorprendía a los invitados que asistieron el pasado verano a la inauguración del nuevo estudio de Iñigo Manterola. La customización del vehículo llevaba implícita la inconfundible firma de este artista, muy dado a participar en colaboraciones con otras empresas: recientemente ha intervenido en un proyecto de transformación de una pared móvil ideada por unos arquitectos para una vivienda, y sus esculturas han estado presentes durante dos años consecutivos en todas las mesas del restaurante pop-up de Hélène Darroze en el hotel María Cristina, y en su restaurante de París.
Tras admirar el vehículo, que llevará el arte de Manterola por carreteras de toda Europa, los invitados fueros sorprendidos con la grandiosidad del nuevo estudio de Iñigo, diseñado por Zebra Lab. Este espacio, ubicado en Zarautz, ocupa todo un pabellón dividido en dos pisos. La planta baja está dedicada principalmente a la exhibición de piezas de gran formato. Separado por unos biombos está el taller donde crea las esculturas. Una pared curva, que inevitablemente nos recuerda a los característicos trazos orgánicos que han popularizado al artista, da paso a una sala de reuniones con un office y un almacén. A través de una impresionante escalera de caracol de acero corten, su material predilecto, se llega a la planta superior, bañada por el sol, donde se ubica el atelier de pintura.
La razón de ser de este nuevo espacio es la cada vez mayor demanda de esculturas de grandes dimensiones que está teniendo, en especial del extranjero, que le ha obligado a construir este nuevo taller donde poder crear, almacenar y mostrar sus trabajos. Las obras de pequeño y mediano formato, sin embargo, están expuestas en la galería que Iñigo posee en el centro de San Sebastián, un escaparate impecable que sirve para introducir a los profanos en su arte.
Gracias a la adquisición de piezas por parte de coleccionistas de todo el mundo, y a las exposiciones a las que es invitado a participar, las obras de Manterola han llegado a Estados Unidos, México, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido y Japón, convirtiendo al artista en uno de los mejores embajadores del País Vasco. Su imparable trazo es la exhibición de una historia real y honesta, abierta a todo aquél que decide enfrentarse a ella y admirar la singularidad de su belleza.
Iñigo Manterola
Plaza Zaragoza 3, Bajo, San Sebastián.
Tel.: +34 617 332 813